En este post
intentaremos hacerlo lo más completo posible indicaremos varios puntos.
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Mitos
y realidades sobre la violencia. Pagina Vitoria Gasteiz
Muchas
veces al ver las noticias sobre la violencia de género nos sorprendemos y nos
preguntamos cómo es posible que se llegue a determinados extremos o por qué
llegan a tolerar las mujeres un trato tan salvaje durante años. La clave no
está en los últimos años de la relación de pareja, sino en los primeros años.
Antes de llegar a un maltrato fuerte o incluso peligroso, el maltratador suele
empezar siempre con un maltrato psicológico sutil que mina la autoestima de la
víctima y la anula convirtiéndola en una persona insegura, muchas veces sin
apoyos externos, miedos y realmente bloqueada ante cualquier acción.
Signos de maltrato
Es necesario saber identificar todo lo que es maltrato ya que cogido a tiempo no da lugar a situaciones horribles de convivencia, ni desde luego a situaciones peligrosas. A nivel psicológico se considera maltrato.
Es necesario saber identificar todo lo que es maltrato ya que cogido a tiempo no da lugar a situaciones horribles de convivencia, ni desde luego a situaciones peligrosas. A nivel psicológico se considera maltrato.
• Insultos.
• Infravalorar a la
persona o la opinión de la persona, especialmente si es en público.
• Faltas de respeto.
• Comentarios vejatorios
contra el género femenino.
• El maltrato también
incluye las críticas a la familia de origen de la persona, a los padres y
hermanos.
• Control excesivo sobre
todo lo que hace o deja de hacer, con quien habla y lo que hace en todo
momento.
• Exigencia de
exclusividad, es decir, no permitir que tenga amistades o relación con nadie
más que no sean ellos, lo cual implica a la larga un aislamiento social.
• Comentarios negativos
sobre el físico de la mujer, por ejemplo: “Estás muy gorda, así nadie te va a
querer”, o “eres fea, no sé por qué me fijé en ti” también implican maltrato.
Maltrato psicológico para bajar su autoestima
Todo esto tiene un único objetivo como decíamos antes, que es minar la autoestima de la víctima, y de hecho así se consigue por lo que cuando se pasa a la parte física, no se sabe cómo reaccionar o incluso se es muy dependiente del otro personal o económica y socialmente. Con la agresión física pasa igual que con el maltrato psicológico, no se suele pasar de un insulto a una paliza, sino que suele empezar siempre con pequeñas agresiones que no deben ser toleradas y deben ser tenidas en cuenta como alarma de lo que podría suceder con el tiempo y que son:
Todo esto tiene un único objetivo como decíamos antes, que es minar la autoestima de la víctima, y de hecho así se consigue por lo que cuando se pasa a la parte física, no se sabe cómo reaccionar o incluso se es muy dependiente del otro personal o económica y socialmente. Con la agresión física pasa igual que con el maltrato psicológico, no se suele pasar de un insulto a una paliza, sino que suele empezar siempre con pequeñas agresiones que no deben ser toleradas y deben ser tenidas en cuenta como alarma de lo que podría suceder con el tiempo y que son:
• Empujones.
• Zarandeos.
• Pellizcos dolorosos.
• Una bofetada.
• Golpear o lanzar algún
objeto de forma violenta mirando a la persona, como queriendo indicar que
“golpee la puerta por no darte a ti un puñetazo”.
• Tirones del pelo.
• Forzar o presionar para
tener un acto sexual.
Son gestos de violencia
que rara vez dejan marcas físicas, y que empiezan siendo puntuales pero que con
el tiempo van a más y derivan en palizas. No hay que olvidar una cosa: que una
vez que se ha saltado la barrera del respeto que una persona debe tener a otra,
cualquier cosa puede ocurrir, ya no hay marcha atrás y con el tiempo el
maltrato irá a más.
Proceso del maltrato
El maltrato suele ir envuelto de una trampa cíclica en la cual suele verse envuelta la víctima sin apenas darse cuenta, como una mosca atrapada por una araña. El proceso del maltrato suele constar de cuatro fases, que son:
El maltrato suele ir envuelto de una trampa cíclica en la cual suele verse envuelta la víctima sin apenas darse cuenta, como una mosca atrapada por una araña. El proceso del maltrato suele constar de cuatro fases, que son:
Incubación y tensión: es
cuando el maltratador parece que empieza a acumular tensión, no salta, pero se
le nota tenso como que todo le molesta o está alterado, y no siempre tiene que
ver con su pareja, puede ser por cualquier cosa, de mayor o menor importancia
en cualquier otro aspecto de su vida que no sabe manejar.
Explosión: es cuando finalmente esa
tensión sale en forma de violencia del tipo que sea (según la fase en la que se
encuentre), bien con insulto, si hablamos de maltrato físico, o de violencia física
en el otro caso.
Arrepentimiento: suele obtener
consecuencias de sus actos, como que la víctima no esté tan afectiva, o esté
algo bloqueada, o incluso que se plantee el dejarle, pero entonces recuperan
esa forma de ser seductora y encantadora del principio de la relación. Juran
que no volverá a pasar, que en el fondo han perdido el control porque quieren a
la otra persona, y se inicia la siguiente fase del maltrato.
Luna de miel: ahora el autor del maltrato intenta compensar todo lo que ha
ocurrido y es detallista y cariñoso con la pareja. Logra durante una pequeña
temporada que todo marche bien, hasta que algo sucede y se vuelve a la primera
fase del proceso.
Conclusión
Esta es una trampa muy fuerte, porque está claro que como decíamos si se ha traspasado la frontera del respeto (el maltrato del tipo que sea) no hay marcha atrás y según va pasando el tiempo, las fases de arrepentimiento y luna de miel cada vez son más cortas e incluso llegan a desaparecer, dejando únicamente activas las dos primeras fases del maltrato y por lo tanto convirtiendo todo en una lucha diaria y un infierno para quien lo vive.
Esta es una trampa muy fuerte, porque está claro que como decíamos si se ha traspasado la frontera del respeto (el maltrato del tipo que sea) no hay marcha atrás y según va pasando el tiempo, las fases de arrepentimiento y luna de miel cada vez son más cortas e incluso llegan a desaparecer, dejando únicamente activas las dos primeras fases del maltrato y por lo tanto convirtiendo todo en una lucha diaria y un infierno para quien lo vive.
Mitos y
realidades sobre la violencia.
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Mito: Ha ocurrido
sólo una vez, no ocurrirá más.
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Realidad: La violencia doméstica no es un incidente aislado. Normalmente forma
parte de un patrón de violencia que irá en aumento.
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Mito: Sólo cierto
tipo de hombres abusan de sus parejas.
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Realidad: No existe un tipo de abusador. La edad, constitución, raza, religión o
forma de ser no son factores determinantes.
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Mito: Los hombres
que maltratan son enfermos mentales.
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Realidad: No existe relación causa-efecto entre la enfermedad mental y violencia
doméstica. La violencia está motivada por un deseo de controlar y mantener el
poder sobre la mujer.
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Mito: Los hombres
que asaltan o abusan de sus parejas son violentos por naturaleza.
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Realidad: La mayoría de los hombres que abusan de sus parejas no se muestran
violentos fuera del hogar.
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Mito: Los hombres
que maltratan han sido maltratados en la infancia.
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Realidad: No existe evidencia alguna de que exista un ciclo de abuso. La mayoría de
hombres y mujeres abusados en la infancia no optan por abusar en la edad
adulta. Es más, si fuera así habría un mayor número de maltratadoras.
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Mito: La violencia
domestica está provocada por el alcohol.
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Realidad: Un gran número de hombres violentos atacan cuando están sobrios. El
alcohol es una excusa más que usan los hombres violentos para justificar sus
acciones y no hacerse responsables de ellas.
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Mito: Si hubiera
sido tan violento, ella lo habría denunciado antes.
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Realidad: El 46% de las mujeres no denuncian la violencia que sufren por miedo a
represalias, y una gran mayoría porque piensan que no van a ser creídas o
tomadas en serio, o no saben salir de la situación dado su estado emocional.
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Mito: Los hombres
también son agredidos por sus parejas.
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Realidad: Los archivos policiales muestran que el 99% de la violencia en la pareja
la realiza el hombre hacia la mujer.
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Mito. Cuando una
mujer dice no, en realidad quiere decir sí.
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Realidad. Muchos hombres creen que las mujeres dicen no cuando desearían decir que
sí. Pero un hombre nunca tiene derecho a ir en contra de los deseos de la mujer
o de mantener relaciones sexuales sin su consentimiento. Cuando una mujer dice
no, simplemente significa eso.
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Mito: La violación
ocurre a manos de extraños.
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Realidad: El 83% de las mujeres son violadas por alguien a quien conocen y en quien
confían. El 20% son amigos/novios y el 33% esposos. El resto son conocidos.
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Mito: Una vez que
un hombre está excitado, no puede hacer nada por controlar su necesidad sexual.
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Realidad: No hay excusa para justificar la violación.
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Mito: La mujer
estaba borracha/drogada/tenía mala reputación/ vestía provocativa/le sedujo. Él
le dio lo que estaba pidiendo.
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Realidad: Estos hombres intentan desacreditar a la mujer a la que violan para
justificar su delito. Ninguna mujer pide o se merece que la violen o agredan
sexualmente.
- ASISTENCIA
MÉDICA
Si necesitas asistencia facultativa,
dirígete al ambulatorio o Centro de Salud o al servicio de urgencia de los
hospitales.
El diagnóstico, las lesiones
observadas y el tratamiento prescrito por el médico tendrán su importancia para
que en posterior juicio la sentencia se ajuste a los hechos denunciados, por
eso NO OLVIDES solicitar el duplicado del informe médico o del parte de asistencia
en el que conste que las contusiones o lesiones se han producido por una
agresión física.
- PRESENTAR UNA DENUNCIA
DAR EL PRIMER PASO
Como los malos tratos suelen
desarrollarse en el ámbito doméstico o en la más estricta intimidad, sin la
presencia o incluso con la complicidad de testigos, eres tú, posible víctima,
quien debes tomar la decisión de romper con tu silencio
¿POR QUÉ?
Con ella, comunicas verbalmente o
por escrito o a la autoridad judicial, Ministerio Fiscal o Policía la comisión
de un hecho presuntamente delictivo. Pones en marcha los medios adecuados para
defender tu dignidad y obtener la tutela de los valores y principios básicos
que deben presidir la convivencia familiar.
¿DÓNDE? ¿CÓMO?
Se interpone en cualquier Comisaría
de Policía o en el Juzgado de Instrucción que esté de guardia.
Aporta todos los datos posibles
sobre las circunstancias en las que se produjo la agresión, sin ocultar u
omitir detalles que pueden ser imprescindibles para determinar la gravedad de
la conducta.
Haz constar si has sufrido malos
tratos en otras ocasiones.
Lee detenidamente el texto de la
denuncia y antes de firmar haz que se incluyan las aclaraciones o ampliaciones
que consideres conveniente.
Exige una copia o justificante.
TE INTERESA SABER QUE...
La ley protege tu integridad y salud
física o mental, y castiga los malos tratos de obra o de palabra y la violencia
habitual dentro de la familia.
En el momento de la denuncia o, en
todo caso, en la primera comparecencia ante el juez recibirás información de
tus derechos.
La copia de la denuncia y la
sentencia penal pueden servir de prueba en un proceso matrimonial.
- MARCHARSE DE CASA
- MARCHARSE DE CASA
Cuando esté en peligro tu propia
seguridad o la de tus hijos puedes abandonar el domicilio sin incumplir el
deber de convivencia, siempre que en el plazo de 30 días solicites unas medidas
provisionalísimas o presentes demanda de separación.
- LAS MEDIDAS PROVISIONALES
Previstas para los casos de urgencia
y necesidad, la Ley te faculta para solicitarlas personalmente del juez de
Familia sin necesidad de Abogado ni de Procurador.
Contienen la autorización para vivir
separados, medidas sobre la custodia de los hijos, disposición de la vivienda y
auxilios económicos.
- LA DEMANDA
Se interpone en el juzgado de
Familia por medio de Abogado y Procurador. Si careces de recursos económicos y
has solicitado asistencia jurídica gratuita encontrarás asesoramiento en el
Colegio de Abogados, con la finalidad de orientar y encauzar tus pretensiones.
- SI ABANDONAS EL DOMICILIO
Procura llevar contigo:
El libro de familia
DNI propio y el de tus hijos
Cartilla de la seguridad social
Nómina de la persona con la que
convives o copia de la declaración del Impuesto de la Renta de las Personas
Físicas (IRPF)
Facturas y documentos que acrediten
los gastos del sostenimiento familiar.