La vacuna contra el alzhéimer,
desarrollada por la empresa Araclon Biotech, ha comenzado la fase clínica con
su ensayo en humanos, en veinticuatro personas afectadas, para evaluar su
tolerabilidad y seguridad.
Así se ha dado a conocer este miércoles
durante la inauguración de la nueva sede de Araclon Biotech, en Zaragoza,
empresa biotecnológica de origen aragonés y participada mayoritariamente por la
multinacional Grifols, en un acto presidido por la jefa del Ejecutivo de
Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y que ha contado con la asistencia de cuatro
consejeros, entre ellos el de Sanidad de La Rioja.
La empresa aragonesa trabaja en el
desarrollo de nuevas terapias y métodos de diagnóstico de enfermedades
neurodegenerativas, principalmente la enfermedad de Alzheimer, una dolencia
para la que tiene muy avanzado un test de diagnóstico temprano, y ha comenzado
ya la fase clínica de la vacuna, ha informado su director científico, Manuel
Sarasa. Ha agregado que, una vez pasada con éxito la fase de experimentación
animal, se ha comenzado a inyectar el mes de enero a veinticuatro personas, de
las que ya han pasado cinco, en Barcelona, ya que el ensayo está coordinado por
la Fundación ACE y la doctora Merce Boada.
En una primera fase que durará un año y
medio se analizará la tolerancia del producto En una primera fase, que
finalizará a lo largo de 2015, ya que dura aproximadamente un año y medio, se
analizará la tolerancia del producto, es decir, su toxicidad, no tanto su
efectividad, ha señalado Sarasa, quien no se ha atrevido a poner fecha a la
finalización de una vacuna contra el alzhéimer, una cuestión muy complicada de
fijar. El estudio con humanos es "ciego", es decir, no se conoce a
quien se ha reclutado, que corre a cargo de una empresa, aunque si que dieciséis
pacientes están en el estado más leve de la enfermedad y otros ocho reciben un
placebo.
Durante la siguiente fase se probarán
diferentes dosis, en función de si a los que se ha pinchado se les ha
estimulado el sistema inmunitario o no, y se elaborarán varios protocolos, en
este caso lo ideal según Sarasa sería con personas asintomáticas para
"prevenir" ya que este científico no cree que el alzhéimer
"pueda ser curable". A esta fase, que normalmente dura no menos de
dos años, le seguirá otra, de alrededor de tres años, y a continuación habrá
que acudir al registro, ha explicado.
El director científico de Araclon Biotech
ha afirmado que el principal proyecto de esta compañía es "acabar con el
alzhéimer" y eso se hará con la ayuda de todos. Es decir, científicos,
médicos, farmacéuticas, asociaciones y políticos, ha agregado Sarasa, quien ha
subrayado que es un día "grande" e "importante" porque el
camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil, en referencia a los problemas
que, debido a la crisis económica, ha tenido la empresa que fundó en 2004.
Investigación gracias a "ángeles" Finalmente, han podido seguir con
sus investigaciones gracias a los "ángeles" que según Sarasa ha
encontrado en el camino, entre ellos Víctor Grifols, el presidente de Grifols,
multinacional con sede central en Barcelona, que adquirió la compañía aragonesa
en marzo de 2004, cuando estaba a punto de un ERE, y ya es propietaria del 60%
La nueva sede de Araclon Biotech en Zaragoza cuenta con tecnología altamente
innovadora y pionera en Europa en sus 900 metros cuadrados de laboratorios, de
los 1.500 metros cuadrados del centro, que se disponen en tres plantas en las
que se ubican una sala de microscopía y biología molecular, otra de
espectrometría de masas y otra de inmunología y cultivo celular.
En dichas
instalaciones, en las que trabajan 28 profesionales, se concentra la actividad
investigadora de la empresa, que también desarrolla estudios sobre el Parkinson
y está en fase de descubrimiento de biomarcadores para diagnosticar la
fibromialgia, ha informado su director científico.