No
todos los niños son iguales, hay quienes se muestran encantados de poder
conocerlos de cerca e incluso darles la carta en mano, un beso y lo que haga
falta. Por su parte, tampoco todos los niños manifiestan el miedo de la misma
manera. Algunos se muestran tímidos, otros salen corriendo, otros pegan gritos,
etc.
Pero
tranquilos a medida que el niño crece y va madurando los miedos se van superando.
Claro que los padres somos fundamentales para ayudarles a superarlo a través de
nuestra compresión y cariño.
Por
supuesto, tenemos que respetar al niño y no forzarlo a estar con quienes se siente
inseguro. Tener la foto del peque en su primera navidad junto a Papá Noel o los
Reyes Magos puede ser muy bonito, pero no lo presionéis porque es lo de menos
si el niño no quiere. No recurráis tampoco a frases como “no
tienes que tener miedo, es Melchor” ni nada por el estilo.
Si no
lo veis aterrorizado, pero sí algo temeroso e inseguro, acompañadle vosotros.
Estar en contacto con su figura de apego (mamá o papá), ya sea en brazos o de
la mano, le dará mayor confianza para interactuar ante desconocidos.